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¿Sabes cuáles son las funciones de un analista clínico? En este artículo te contamos todos los detalles acerca del trabajo de estos profesionales y aprenderás cómo convertirte en uno de ellos. ¡Vamos allá!
Las funciones de un analista clínico pueden variar en función del tipo de laboratorio donde desarrolle su trabajo, así como del puesto concreto que desempeñe. De todos modos, podemos citar algunas de sus funciones más habituales:
Como ves, el catálogo de posibles funciones del analista clínico es realmente amplio y variado. Como es lógico, esto no implica que un mismo analista deba hacerse cargo de todas ellas. Por tanto, en función del puesto que ocupe, le corresponderán unas u otras, de acuerdo con las normas de funcionamiento de cada laboratorio.
Esta variedad de funciones que acabamos de ver implica, muy a menudo, que los analistas clínicos se especialicen únicamente en un determinado tipo de tareas.
Centrándonos en el aspecto puramente analítico, podemos mencionar al menos las siguientes especialidades:
Los analistas clínicos desarrollan sus funciones en todo tipo de laboratorios clínicos, ya sean estos de titularidad pública o privada, tanto de carácter independiente como vinculados a otra institución.
Entre otros, podemos mencionar los siguientes:
No obstante, puedes también encontrarte con analistas clínicos que no trabajan en laboratorios, sino que se dedican a cuestiones más relacionadas con la gestión o, incluso, las ventas. Este sería el caso, por poner un ejemplo, de los analistas que desarrollan su carrera como delegados comerciales para empresas del sector farmacéutico.
Si quieres trabajar como analista clínico y maximizar tus opciones de conseguir un buen empleo o progresar en tu carrera profesional, es imprescindible que te formes adecuadamente.
Por ejemplo, si ya tienes alguna formación previa y quieres especializarte en análisis clínico, o bien reorientar tu carrera profesional, una buena opción sería que realizases un master en análisis clínico, o bien otro postgrado similar (como serían, por ejemplo, las titulaciones de especialista o experto).
Esta clase de títulos pueden ofrecerte también la opción de especializarte en alguna de las ramas de análisis clínico que ya hemos mencionado: genética, bioquímica, parasitología, microbiología, citología, etc.
En otro ámbito completamente distinto, podrías iniciar tu formación a través de un título de Formación Profesional. Es el caso, por ejemplo, del ciclo de Técnico Superior en Laboratorio Clínico y Biomédico, que tiene una estructura modular que abarca una duración total de 2.000 horas.
En cualquier caso, elijas la opción que elijas, es importante que tengas en cuenta algunas cuestiones importantes antes de decidir:
En definitiva, como puedes ver, las funciones del analista clínico van a depender, en buena medida, de su especialidad, del puesto de trabajo concreto que desempeñe y, por supuesto, del tipo de laboratorio en el que ejerza dichas funciones.
Si te interesa esta profesión, no dudes en completar tu formación lo antes posible y así podrás iniciar una carrera larga y satisfactoria en un sector tan dinámico como atractivo.
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