Diferencia entre ectomorfo y endomorfo

Si no tienes claro cuál es la diferencia entre ectomorfo y endomorfo, en este artículo encontrarás respuesta a todas tus dudas.

De este modo, repasaremos las características principales de ambos somatotipos, así como las mejores formas de enfocar el entrenamiento y la nutrición para alcanzar los objetivos de desarrollo físico que se persigan en cada caso.

¿Qué son los somatotipos? Ectomorfo, endomorfo y mesomorfo

Antes de ver en detalle cuál es la diferencia entre ectomorfo y endomorfo, debemos aclarar a qué se refieren estas categorías o somatotipos.

Básicamente, se trata de una clasificación de los tipos de cuerpos, según sus características físicas y el tipo de metabolismo asociada a cada uno de ellos.

De hecho, la palabra «somatotipo» significa exactamente eso: «tipo de cuerpo» (del griego soma, somatos).

Debemos esta clasificación al psicólogo estadounidense William Herbert Sheldon, Jr., que en la década de 1940 dividió los tipos de constitución física en tres categorías:

• Ectomorfos
• Mesomorfos
• Endomorfos

No obstante, hay que recordar que Sheldon desarrolló su clasificación a partir del trabajo previo de investigación del psiquiatra alemán Ernst Kretschmer.

¿Cuál es la diferencia entre ectomorfo y endomorfo?

Podemos resumir la diferencia entre ectomorfo, endomorfo y mesomorfo en las siguientes características básicas:

• Ectomorfos: se trata de personas con tendencia a la delgadez, sin depósitos de grasa subcutánea y un metabolismo especialmente rápido. De hecho, son capaces de consumir bastantes calorías simplemente estando en reposo, al poseer una tasa metabólica basal (TMB) elevada. Por tanto, tienen mucha dificultad para ganar volumen y masa muscular. Su estructura ósea es delgada, con hombros estrechos y extremidades más bien largas.
• Endomorfos: son personas con metabolismo lento, que tienden a acumular grasa con facilidad y poseen una estructura ósea grande. Les cuesta bajar de peso. Suelen tener una apariencia física más «redondeada» y con depósitos de grasa visibles.
• Mesomorfos: es el somatotipo más equilibrado, con un metabolismo de ritmo normal. Los hombros tienden a ser anchos y la cintura, estrecha. No tienen acúmulos de grasa y tienden a desarrollar un físico musculoso con relativa facilidad.

De todos modos, ten en cuenta que esta clasificación puede moverse en un cierto rango. 

Podrían darse combinaciones de dos somatotipos en una misma persona, ya sea en iguales proporciones o con uno de ellos dominante respecto del otro.

¿Cómo enfocar el entrenamiento en cada caso?

A la hora de diseñar entrenamientos adecuados para el aumento de volumen o la hipertrofia muscular, es muy importante tener en cuenta el somatotipo dominante en una persona.

Así, por ejemplo, debería existir una gran diferencia entre ectomorfo y endomorfo a la hora de entrenar:

• En el caso de los ectomorfos, es recomendable priorizar el entrenamiento anaeróbico con peso y no excesivas repeticiones, frente al ejercicio aeróbico típico (aunque tampoco debe abandonarse).
• Para las personas endomorfas, por el contrario, es muy importante hacer trabajo aeróbico regularmente, sin que ello suponga descuidar el trabajo con pesas. Se trata de acelerar el metabolismo para consumir más calorías.

No obstante, como acabamos de mencionar, cada persona es distinta y puede encontrarse en un punto diferente de la escala. Por tanto, lo ideal es diseñar un entrenamiento personalizado a la medida de cada una.

¿Cuál es la diferencia entre la nutrición de un endomorfo y de un ectomorfo?

Al igual que hemos visto con el entrenamiento, también la alimentación debe ser distinta en función del tipo de cuerpo que tenga cada individuo:

• En el caso de los ectomorfos, suele ser recomendable una dieta de volumen, que les permita ingerir suficientes calorías para aumentar la masa muscular. En general, deberían hacer al menos 5 comidas diarias, priorizando los alimentos de alta densidad calórica, en el marco de una dieta equilibrada. Los huevos, los frutos secos y las proteínas de origen animal suelen ser adecuadas para este tipo de personas.
• Para los endomorfos, la dieta debería contribuir a lograr cierto déficit calórico. Por tanto, suele ser recomendable reducir la ingesta de carbohidratos (sobre todo los simples), aumentar la de proteínas y priorizar los alimentos con un índice glucémico bajo y ricos en fibra.

De nuevo, estas recomendaciones generales no deberían sustituir a los consejos personalizados de un especialista en nutrición.

Diseñar una dieta adecuada no es tarea fácil. De hecho, una dieta inadecuada puede ser más perjudicial que beneficiosa, pudiendo llegar a causar trastornos alimentarios o producir justo el efecto contrario al que se perseguía inicialmente.

Ahora que ya tienes clara la diferencia entre ectomorfo o endomorfo, seguro que te resulta más fácil saber cómo abordar la alimentación y la preparación física de cada uno de estos dos somatotipos.