Artículo redactado por el equipo de CEMP
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Como ya sabrás, los tratamientos de mesoterapia se han venido aplicando con éxito durante muchos años y su popularidad no ha decaído entre el público.
En este artículo veremos a qué se debe su éxito, en qué consiste exactamente esta técnica, cuáles son los casos de uso y cómo se aplican los tratamientos paso a paso.
La mesoterapia es una técnica de medicina estética que consiste en la aplicación de microinyecciones de diversas sustancias (vitaminas, aminoácidos, minerales, ácido hialurónico, etc.) directamente en la capa media de la piel.
Lo fascinante de esta técnica, originaria de Francia, es su capacidad para abordar el tratamiento de manera localizada y con dosis mínimas, evitando así la necesidad de tratamientos sistémicos más invasivos.
Beneficios de la mesoterapia
Los principales beneficios que pueden obtenerse mediante la aplicación de tratamientos de mesoterapia son los siguientes:
Podemos clasificar los tipos de mesoterapia en tres grandes categorías: facial, corporal y capilar.
Así, por ejemplo, suelen aplicarse para la reducción de la celulitis o la pérdida de grasa localizada, el rejuvenecimiento facial y el tratamiento de ciertos tipos de alopecia.
Por supuesto, la mesoterapia también tiene aplicaciones en otra clase de problemas relacionados con la piel, como la flacidez, las arrugas o el acné.
En términos generales, estos son las tres aplicaciones más habituales en los tratamientos de mesoterapia:
En el tratamiento de la celulitis o la grasa localizada, la mesoterapia actúa en tres niveles distintos:
La mesoterapia para el tratamiento de la celulitis suele requerir de 10 a 12 sesiones semanales, seguidas de un mantenimiento quincenal o mensual.
A través de inyecciones de vitaminas y otros nutrientes, la mesoterapia revitaliza la piel del rostro, reduciendo arrugas y mejorando la hidratación y elasticidad de la piel. De este modo, se estimula la formación de colágeno y elastina, y se logra reducir la flacidez cutánea.
Este tratamiento puede requerir una sesión cada 15 días, completando un total de 6. Posteriormente, se programarían algunas sesiones de mantenimiento.
En el caso de la alopecia, se utilizan enzimas, provitaminas y complejos regeneradores inyectados en el cuero cabelludo para nutrir el cabello y hacerlo crecer más fuerte.
De este modo, puede ayudar en el tratamiento de algunos tipos de caída del cabello.
El número de sesiones varía según el paciente, oscilando entre 6 y 10.
Estas son, a grandes rasgos, las etapas de un tratamiento de mesoterapia:
Como en todos los tratamientos, se empieza haciendo una primera visita al especialista en medicina estética, para analizar el problema.
El especialista observa el caso y evalúa las posibilidades, pudiendo o no decidirse por la mesoterapia como la técnica a emplear, según el caso.
Hay que tener en cuenta que la mesoterapia no se recomienda a todo el mundo, teniendo ciertas contraindicaciones.
Así, a pesar de ser una técnica segura, no se recomienda en pacientes con alergias, problemas de coagulación, enfermedades cutáneas, cáncer o enfermedades infecciosas. Tampoco es aconsejable para mujeres embarazadas o en período de lactancia.
Por tanto, el médico debe analizar el historial del paciente para descartar eventuales problemas.
El profesional, una vez que ha decidido emplear la mesoterapia como método de tratamiento, tendrá que elegir las sustancias que va a aplicar, según la zona a tratar y los resultados que se quieran obtener.
Como decíamos, se pueden emplear vitaminas, minerales, enzimas, ácido hialurónico, etc.
El médico decidirá cuál será el plan a seguir a partir de los datos obtenidos del paciente, determinando así las visitas futuras y programando o aplicando el tratamiento.
El día del tratamiento, el paciente pasará unos 30 minutos en consulta, aunque esto puede variar mucho según la extensión del área a tratar.
Antes de empezar, se limpia y desinfecta la piel para evitar infecciones. En algunos casos, para mayor comodidad, puede aplicarse algo de crema anestésica si resulta necesario para evitar molestias.
A continuación, el profesional empezará a aplicar las microinyecciones en la superficie tratada, en la capa mediana de la piel o mesodermo (de ahí procede el nombre del tratamiento). Estas inyecciones pueden hacerse manualmente o con una pistola específica.
Tras el tratamiento de mesoterapia, es habitual que la zona se hinche y enrojezca, aunque eso es solo un efecto temporal y suele desaparecer rápidamente.
Mantener una buena hidratación para eliminar toxinas.
Además, se programarán citas de seguimiento para monitorear los resultados y llevar a cabo ajustes si fuese necesario. Dependiendo del tratamiento, se pueden requerir sesiones de mantenimiento mensuales o bimensuales para conservar la eficacia de los resultados.
En definitiva, la mesoterapia es un tratamiento poco invasivo y de gran eficacia para un amplio rango de aplicaciones.
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