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Operación de orejas: ¿en qué consiste?

Artículo redactado por el equipo de CEMP

Validado por equipo docente

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Sin duda, la operación de orejas es una de las intervenciones de medicina estética que puede producir unos resultados más visibles, impactando de forma muy positiva en la vida de los pacientes.

En este artículo veremos exactamente en qué casos se puede utilizar, cómo se realiza la intervención y cuáles son sus riesgos.

¿Qué es la operación de orejas?

La operación de orejas, conocida también como otoplastia, auriculoplastia o cirugía estética de las orejas, es un procedimiento quirúrgico enfocado a modificar la forma, el tamaño o la posición de las orejas.

Esta intervención es importante para pacientes cuyas orejas están muy separadas de la cabeza o presentan deformidades debido a defectos de nacimiento o lesiones.

La otoplastia se puede realizar a partir de los 5 años de edad, momento en el que las orejas ya han alcanzado su configuración definitiva.

¿Para quién es esta intervención?

El motivo de la otoplastia suele ser estético, tanto en el caso de niños como de adultos.

El tipo de problemas con los que se encuentra el cirujano a la hora de operar las orejas son variados: orejas que sobresalen demasiado, desproporción en su tamaño respecto al tamaño de la cabeza, o incluso la insatisfacción con cirugías previas.

Lo idóneo y habitual es aplicar esta intervención sobre las dos orejas al mismo tiempo, con el fin de hacerlas simétricas. No obstante, se suele aconsejar mantener cierta asimetría para que el rostro siga teniendo un aspecto natural.

La otoplastia busca mejorar la apariencia de los pabellones auditivos, pero no alcanzar la perfección absoluta. Los candidatos ideales son aquellos conscientes de sus expectativas y dispuestos a colaborar en el proceso quirúrgico y de recuperación.

Cabe aclarar que la intervención no afecta la capacidad auditiva del paciente, ya que se trata de un procedimiento 100% externo.

¿Es peligrosa la operación de orejas?

Como en cualquier procedimiento quirúrgico, la otoplastia conlleva ciertos riesgos o inconvenientes:

  • Formación de cicatrices, aunque usualmente quedan ocultas detrás o dentro de los pliegues de las orejas.Cambios en la sensibilidad cutánea, que pueden ser temporales o permanentes.
  • Reacciones alérgicas a materiales utilizados durante la cirugía.
  • Problemas con los puntos de sutura, que pueden requerir una intervención adicional.
  • Sobrecorrección, ocasionando contornos poco naturales.

No obstante, si se cuenta con un profesional cualificado, estos riesgos son mínimos en la mayoría de pacientes.

¿Cómo es el proceso de la operación de orejas?

Tras haberse analizado el caso con detalle antes de tomar la decisión de operar, el profesional explicará los resultados que se prevé obtener y procederá con la planificación de la cirugía.

Indicaciones previas y preoperatorio

El cirujano explicará al paciente que debe evitar tomar ciertos medicamentos que puedan aumentar la incidencia de las hemorragias durante la operación, como la aspirina o cualquier antiinflamatorio.

Si el paciente el fumador, también se le instará a dejar de fumar pocos días antes de la cirugía, para que la recuperación sea mucho más satisfactoria.

Además, el cirujano avisará al candidato de que será necesario contar con el acompañamiento de un familiar u otra persona de confianza para el traslado y el cuidado postoperatorio.

El día de la cirugía

La técnica quirúrgica que se aplica en la operación de orejas variará según las necesidades del paciente. En cualquier caso, el procedimiento suele durar unas 2 o 3 horas.

Normalmente, si el paciente es un niño pequeño, se recomienda emplear anestesia general para que no se mueva. En el caso de niños mayores o adultos, la anestesia puede ser local y acompañarse, o no, de sedación.

En la mayoría de casos, se realizan incisiones en la parte posterior de las orejas o en los pliegues internos para remodelar y reposicionar el cartílago.

También se puede esculpir el cartílago, doblándolo hacia atrás e incluso aplicando puntos internos para mantener la forma. Otras veces, es más conveniente extirpar parte del cartílago para mantener el aspecto natural.

Después, se colocan vendajes para proteger las orejas.

Recuperación

Es normal experimentar molestias iniciales, que se manejan con analgésicos sin mayor problema.

Los cambios son visibles de inmediato una vez retiradas las vendas y son permanentes. En caso de insatisfacción, se puede considerar una cirugía de revisión.

También hay pacientes que pueden recurrir a otras técnicas complementarias, si consideran que quieren adecuar otros aspectos del rostro, a través de tratamientos como el full face o la armonización facial.

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La vida tras la operación de orejas

Tras una otoplastia, la mayoría de los pacientes, tanto niños como adultos, experimentan una recuperación bastante rápida. Aunque algunos puedan requerir pasar una noche en la clínica para la completa disipación de los efectos de la anestesia general, el retorno a las actividades cotidianas es generalmente ágil.

Suele colocarse un vendaje alrededor de la cabeza inmediatamente después de la cirugía, y este puede causar cierta molestia o dolor leve durante los primeros días, controlable con medicación.

En el proceso de recuperación, el vendaje inicial se reemplaza por uno más liviano, similar a una cinta de pelo, facilitando el movimiento y la comodidad del paciente.

Es crucial que se sigan al pie de la letra las instrucciones del cirujano, especialmente en lo que respecta al cuidado de las orejas durante la noche, para garantizar una cicatrización adecuada y evitar cualquier daño.

Hay que evitar dormir de lado y aplicar presión sobre las orejas. Tras unos días, se sustituirán los vendajes por una vincha más ligera que se usará durante la noche.

En términos de reintegración a la vida laboral o escolar, los adultos suelen estar listos para volver al trabajo aproximadamente 5 días después de la operación.

Los niños, por su parte, pueden retomar sus actividades escolares en 1 semana, prestando especial atención a evitar actividades físicas que puedan comprometer la recuperación de las orejas.

En definitiva, la operación de orejas es una cirugía muy útil para cualquier paciente que tenga algún complejo con esta parte del cuerpo, lográndose claros beneficios psicológicos en su autoestima.

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