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Saber si eres pronador o supinador en tu pisada es fundamental para evitar lesiones en el pie o en las piernas, así como para mejorar el rendimiento deportivo.
Por tanto, en este artículo veremos cuál es la diferencia entre ambos tipos de pisada, cuáles pueden ser las consecuencias de una excesiva supinación o pronación y cuál es la mejor forma de resolverlas o, al menos, aliviarlas.
Como ya sabrás, los términos pronador y supinador hacen referencia al tipo de pisada que tiene una persona. De este modo, nos encontramos con tres posibilidades:
El grado o nivel de pronación o supinación puede variar dentro de un rango, siendo especialmente preocupante en los grados más elevados.
La mejor opción para saber si eres pronador o supinador es consultarlo con un profesional, como puede ser un podólogo deportivo, un fisioterapeuta o un especialista en biomecánica.
Y es que la biomecánica del ejercicio es un área fundamental para la buena salud de los atletas y, al mismo tiempo, para optimizar el rendimiento deportivo.
De todos modos, si quieres hacerte una idea aproximada de cuál es tu tipo de pisada sin acudir a un profesional, puedes fijarte en estos dos aspectos:
Lo ideal es que acudas a un centro especializado para que te hagan un estudio personalizado de la pisada, sobre todo si has tenido ya alguna lesión o si percibes molestias al correr, de forma habitual.
Una marcada pronación o supinación puede tener graves consecuencias, sobre todo si eres deportista profesional o si corres habitualmente.
Así, algunas de las lesiones o molestias más frecuentes son las siguientes:
En ambos casos, también podrían llegar a producirse algunos problemas en la cadera, si no se ataja el problema a tiempo.
Una vez que sepas si eres pronador o supinador, es importante que tomes las medidas correctoras pertinentes, siempre asesorado por un profesional.
Sin duda, la opción más conocida y eficaz es el uso de plantillas correctoras, hechas a medida bajo la supervisión de un podólogo deportivo. Con ellas lograrás estabilizar la pisada y tendrás un mayor equilibrio al correr.
También hay zapatillas de running específicas para cada tipo de pisada.
Por otra parte, realizar ejercicios de flexibilidad diseñados para mejorar la movilidad del tren inferior o practicar yoga, puede ayudar a mejorar el exceso de supinación o pronación.
En definitiva, saber si eres pronador o supinador es imprescindible para prevenir la aparición de lesiones, mejorar el rendimiento deportivo y evitar molestias después de correr. De lo contrario, las consecuencias a medio y largo plazo pueden llegar a ser especialmente graves.
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