Artículo redactado por el equipo de CEMP
Validado por equipo docente
En este artículo explicamos los distintos tipos de alopecia que pueden existir, analizando sus causas más comunes y los posibles tratamientos que suelen llevarse a cabo para corregirlas.
Sin duda, este es un sector en plena expansión, que demanda profesionales bien formados y que sean capaces de dar respuesta adecuada a la preocupación creciente que existe por este tipo de problemas.
El diccionario nos dice que la alopecia es la «caída o pérdida patológica del pelo».
Aunque es más frecuente en hombres, también afecta a mujeres, y es un fenómeno natural que suele darse con la edad.
Sin embargo, también puede tener características claramente patológicas por causas diversas, como luego veremos.
En cualquier caso, se ha avanzado mucho en su diagnóstico y tratamiento, consiguiéndose resultados que hace algunas décadas parecían difíciles de lograr.
Los principales tipos de alopecia descritos en la literatura científica son los siguientes:
La alopecia androgenética, androgénica o calvicie común es el tipo más habitual de alopecia, tanto en hombres como en mujeres, aunque no afecta a ambos de la misma forma. Así, en ellos suele manifestarse principalmente en las zonas frontal y parietal (las llamadas «entradas»), mientras que en las mujeres es más difusa y sin «entradas».
La principal causa de este tipo de calvicie es la predisposición genética y la acción de las hormonas masculinas sobre los folículos pilosos.
Se manifiesta con la aparición de «parches redondos» sin pelo en el cuero cabelludo.
Lo más común es que afecte a la cabeza, aunque puede darse en cualquier zona del cuerpo con pelo.
La causa exacta de esta tipología de alopecia se desconoce, aunque probablemente esté relacionada con factores autoinmunes y el exceso de estrés.
En la alopecia areata no se produce destrucción del folículo, por lo que es recuperable, aunque es bastante habitual que vuelva a manifestarse
Es un tipo de alopecia irreversible, que se produce por la destrucción del folículo piloso debido a una lesión o enfermedad producida en el cuero cabelludo. Por tanto, no es recuperable.
Entre las causas más habituales de alopecia cicatricial, están las quemaduras del cuero cabelludo, ciertas enfermedades dermatológicas o infecciones graves, tumores, radioterapia, etc.
Obedece a causas diversas, como pueden ser los cambios hormonales (por ejemplo, después del parto), efectos secundarios de medicamentos, estrés, deficiencias alimentarias, trastornos relacionados con la tiroides, etc.
En la práctica, este tipo de alopecia se caracteriza por una caída del cabello fina y generalizada por todo el cuero cabelludo.
Más que un tipo de alopecia, quizás pueda considerarse como un estado de desarrollo de algunas de las tipologías que acabamos de ver, en el que se produce una pérdida total del cabello en la cabeza.
Así, cuando la alopecia androgenética masculina está muy avanzada, puede acabar llegándose a la alopecia universal.
En el caso de las mujeres, aunque sea menos frecuente, puede llegar a darse si se produce una alopecia areata extensa.
Los principales medios que pueden ayudar a realizar un diagnóstico adecuado de los distintos tipos de alopecia son los siguientes:
Además, pueden utilizarse técnicas complementarias para ayudar en el diagnóstico de la alopecia, como, por ejemplo, un análisis de sangre.
Dependiendo del tipo de alopecia y de sus causas, el profesional clínico puede proponer distintos tratamientos. Algunos de los más utilizados son los siguientes:
Además de estos tratamientos, es importante adoptar medidas preventivas de la aparición de la alopecia, como puede ser llevar un estilo de vida de bajo estrés, una dieta equilibrada y una higiene capilar adecuada.
Sin duda, la preocupación por la salud capilar y el aspecto estético del cabello no ha dejado de aumentar en la sociedad.
A pesar de algunos prejuicios que todavía se resisten a desaparecer, cada vez más personas se deciden a iniciar tratamientos para atajar o revertir la alopecia. De ahí que la demanda de profesionales bien formados haya crecido durante los últimos años.
En este sentido, el Máster en Medicina Estética de CEMP dedica un módulo íntegro (el número 15) a la tricología, con dos secciones en las que se estudia a fondo la alopecia, además de varios apartados dedicados a su tratamiento.
Aquí tienes un breve esquema de los contenidos principales de este módulo:
En definitiva, los tratamientos para los distintos tipos de alopecia han evolucionado mucho en los últimos años, al tiempo que su demanda no ha dejado de incrementarse.
Una mayor oferta de centros clínicos especializados, unida a unos tratamientos cada vez más eficaces y asequibles, auguran una creciente demanda de profesionales con conocimientos y experiencia en este campo.
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