Artículo redactado por el equipo de CEMP
Según un estudio del SEME, Sociedad Española de Medicina Estética, los tratamientos estéticos ganan mayor popularidad entre las mujeres, siendo los tratamientos faciales los más demandados.
Entre las mujeres, los datos indican que un 39,2% ha recibido un tratamiento facial, un 34,3% algún tratamiento corporal, el 10,8% un tratamiento antiaging, 6,3% un tratamiento capilar y 9,4% otros tratamientos. En este estudio nos centraremos en los tratamientos enfocados al rejuvenecimiento facial comenzando por uno de los protocolos más empleados para corregir la pérdida de volumen en el rostro: la revitalización facial con ácido hialurónico.
A pesar de llevar el nombre de ácido, conviene destacar que es una sustancia que está presente de forma natural en la piel y a medida que pasa el tiempo va desapareciendo sin que vuelva a regenerarse. Se trata pues de un producto totalmente biocompatible con el organismo que se reabsorbe pasado un tiempo, presentando la piel una mayor calidad posteriormente a su infiltración. Entre sus principales ventajas se encuentran la mejora del aspecto clínico de la piel, el aumento de la hidratación y la estimulación en la producción de colágeno.
Conocemos sus ventajas, pero ¿cómo se realiza el tratamiento con el ácido hialurónico?
La aplicación del producto se realiza mediante infiltraciones a través de una aguja o una cánula que son introducidas en distintas profundidades de la dermis en función de cuál sea la zona a tratar y la calidad del tejido.
En cualquier caso, el tratamiento con ácido hialurónico no precisa de anestesia y el paciente puede volver a su vida diaria con total normalidad, aunque evitando ciertas actividades de impacto como correr, saltar y cuidando su exposición al sol.
Los efectos del ácido hialurónico pueden extenderse durante un año o año y medio, viéndose los beneficios en el mismo momento de su aplicación. Así pues, cuando se coloca el producto el paciente puede observar una corrección de sus rasgos faciales, el suavizado de las arrugas y un aumento del volumen en la zona.
El ácido hialurónico tiene un alto poder de captación de agua lo que hace que partir de los tres meses de su aplicación se estimule la formación de nuevo colágeno y elastina en los tejidos blandos, por lo que la piel mostrará un aspecto más luminoso e hidratado.
Debido a sus amplias posibilidades y beneficios se puede aplicar en diferentes zonas de la cara, siendo el tratamiento de las ojeras, tanto en hombres como en mujeres, uno de los tratamientos faciales más demandados según la Sociedad Española de Medicina Estética.
También sirve como tratamiento para tratar:
La toxina botulínica, conocida popularmente como bótox, es aplicada fundamentalmente como tratamiento médico estético en las arrugas estáticas y dinámicas que aparecen en el tercio superior del rostro.
Al igual que el ácido hialurónico se aplica mediante inyecciones, pero, en este caso, son colocadas en el músculo produciendo su relajación e inhibiendo su movimiento de forma temporal.
La toxina botulínica produce efectos muy naturales, siendo una alternativa muy eficaz cuando el paciente quiera un rejuvenecimiento de la mirada sin someterse a una intervención quirúrgica como un lifting.
Es idónea para combinar con otros tratamientos de relleno no permanentes como el ácido hialurónico y los cócteles de vitaminas mejorando los resultados que por sí sola produce.
Sus principales indicaciones médicas son:
El tratamiento de peeling químico consiste en la renovación celular acelerada de las capas más superficiales de la piel (epidermis y/o dermis), aplicando una serie de principios activos ácidos.
Con este proceso de renovación se puede conseguir una profunda limpieza de la piel, una correcta hidratación y nutrición, así como una acción antiinflamatoria y despigmentante, entre otras.
Al ser una buena alternativa para mantener la piel sana, bella y con menos signos de envejecimiento es uno de los tratamientos más utilizados.
Al igual que otros tratamientos, se puede utilizar como tratamiento aislado o bien como complemento de otros procedimientos médicos estéticos como los láseres.
Existen distintos tipos de peeling ya sean superficiales, medios o profundos en función de que es lo que se quiere tratar siendo algunas de las indicaciones para las que se recomienda su aplicación las siguientes:
En definitiva, se trata de un tratamiento rápido y menos invasivo que los vistos anteriormente siendo una buena alternativa como primera elección para el cuidado de la piel. Otro de los tratamientos que resulta bien como procedimiento básico individual o para preparar la piel para otras aplicaciones es el Hydrafacial del que te contaremos más a continuación.
Conocido también como hidrodermoabrasión, el HydraFacial se lleva a cabo mediante un proceso en tres pasos en donde se limpia profundamente, se exfolia e hidrata la piel. Se trata de un procedimiento con resultados inmediatos y que no necesita un tiempo de recuperación, además de que está indicado para todos los tipos de pieles incluso para las más sensibles.
El procedimiento completo dura aproximadamente unos 45 minutos, comenzado por una limpieza y exfoliación tanto física como química que promueve una completa renovación de la capa cornea de la piel.
El segundo de los pasos consiste en la extracción de impurezas de los poros mediante una succión al vacío. Gracias al paso de la limpieza y exfoliación anterior los poros han quedado preparados para que la extracción pueda realizarse correctamente y sin dificultad.
En la última parte del tratamiento se regenera y repara la superficie de la piel mediante la aplicación de diferentes complejos según las necesidades de la piel.
Una vez finalizado todo el tratamiento apreciaremos una piel lisa con tono más uniforme y de aspecto más jugoso y luminoso. Como decíamos al principio, es un procedimiento de la medicina estética básico, que funciona muy bien para el mantenimiento de la piel en óptimas condiciones ayudando a potenciar su función barrera.
La mesoterapia facial también es un buena alternativa para las personas que desean resultados inmediatos de hidratación y revitalización naturales o como mantenemiento preventido para personas jóvenes que deseen anticiparse y prevenir signos de envejecimiento.
El tratamiento de mesoterapia facial es una técnica muy poco invasiva puesto que se inyecta con agujas muy finas tanto en las capas profundas como superficiales estimulando la actividad de las células de la piel. Su uso está indicado para mejorar arrugas finas, la apariencia de la piel y textura y las cicatrices superficiales por acné.
Al igual que vimos con otros métodos, se puede utilizar como tratamiento único o combinado con Peeling Químico, Luz Pulsada o Láseres. En todo caso, como comentábamos anteriormente, es una muy alternativa para el mantenimiento de la piel.
Este procedimiento consiste fundamentalmente en la realización de múltiples micropunciones en las que se crean unos microcanales en la piel a través de los cuales se pueden aplicar diferentes principios activos. Por ejemplo, si la incisión se produce a 1mm se logra una mejora en la textura de la piel y produce un “efecto buena cara”. Si se realiza a mayor profundidad, entorno a 1,5 o 2,5 mm se consigue estimular el colágeno, mejorando marcas, cicatrices o arrugas finas.
A pesar de que pueda parecer un tratamiento doloroso e invasivo es todo lo contrario. Las micropunciones son lineales e indoloras de forma que los canales formados se cierran pasados diez minutos y evitando infecciones.
Como ventajas se encuentra que es un tratamiento aplicable a cualquier tipo de piel que puede ponerse solo o en combinación con otros al gusto de cada persona.
La Luz Pulsada Intensa o IPL, también conocida como láser frío, es uno de los sistemas de rejuvenecimiento facial más populares al ser muy eficaz para tratar manchas y capilares rotos, además de que es un tratamiento indoloro.
Este sistema emplea un haz de luz policromática de elevada intensidad y de corta duración a modo de pulsos que penetra en la piel de manera selectiva actuando únicamente sobre la lesión del problema a tratar sin dañar la epidermis o capa superficial de la piel.
En función de qué es lo que queramos tratar, pueden ser necesarias un número de entre tres y cinco sesiones para conseguir los mejores resultados y aunque no son evidentes desde la primera sesión sí que se percibe la mejoría de forma progresiva. Habitualmente lo que se aprecia al principio es la desaparición de manchas y rojeces, para posteriormente ir recuperando el tono uniforme y la calidad de la piel en general.
Debido al número alto de sesiones, conviene tener en cuenta su duración y también los cuidados de la piel mientras dura el tratamiento. Por ejemplo, es desaconsejable su realización en los meses de verano por la incidencia solar, por lo que de querer hacerlo conviene comenzar en el otoño o invierno.
A continuación, enumeramos en qué casos puede ser muy eficaz su aplicación:
Existen numerosos tipos de tratamiento con láser, siendo el láser Elektra uno de los más versátiles y eficaces al ser no ablativo de forma que remodela el colágeno de la piel sin perjudicar su superficie.
Debido al efecto fotoacústico que genera es altamente efectivo para eliminar lesiones pigmentadas en cualquier fototipo de piel y para el rejuvenecimiento con efecto lifting.
Se desmarca de otros tipos de láseres debido principalmente a las siguientes ventajas:
Este tratamiento presenta una radiofrecuencia que genera un campo electromagnético produciendo un aumento de la temperatura que activa la circulación sanguínea y que consigue revitalizar las células.
Diseñado para uso médico exclusivo hace cuarenta años, hoy en día continúa siendo un tratamiento pionero con muy buenos resultados. Sin embargo, para que resulte eficaz siempre debe ser realizado siguiendo un protocolo bajo un profesional y con un número de sesiones que depende en función de la patología del paciente.
Como rasgo destacable, se puede aplicar tanto a nivel facial como corporal. A nivel facial sirve para:
La hidroxiapatita es un producto que se utiliza en tratamientos estéticos gracias a su efecto voluminizador. Actúa estimulando la producción de colágeno, recuperando el volumen perdido y sobre todo la flacidez debida al paso del tiempo o los cambios de peso.
Al ser una sustancia que está presente de manera natural en el cuerpo es totalmente biocompatible con los tejidos y con cualquier sustancia de relleno como puede ser el ácido hialurónico. Su aplicación es mediante inyección lo que permite obtener un poco más de volumen y conseguir una mejora en el rejuvenecimiento de la piel.
¿Y para qué está indicado?
Su principal rasgo destacable es que con este tratamiento se consigue un efecto lifting sin tener que someterse a una cirugía, en un tiempo relativamente moderado (a partir de las seis u ocho semanas desde su infiltrado) y con una duración de los resultados que pueden permanecer más de un año, siempre que el paciente lleve un estilo de vida saludable
Como hemos visto, la variedad de tratamientos es muy amplia por lo que acertar con uno u otro dependerá de la atención adecuada por parte de un profesional que sepa valorar tu caso concreto y necesidades. En cualquier caso, si deseas adquirir más conocimientos sobre esta práctica preventiva en completo auge y crecimiento te recomendamos nuestro Máster en Medicina Estética. No esperes más y pregúntanos cualquier duda que tengas.
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