Artículo redactado por el equipo de CEMP
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El interés por saber cómo trabajar en bioinformática ha aumentado en los últimos años, entre otros factores, debido al auge de la Inteligencia Artificial.
La necesidad de aplicar esta y otras tecnologías en el ámbito de la biología y de la salud humanas ha disparado la demanda de estos profesionales.
Veremos cuál es el perfil ideal del bioinformático, qué formación debe tener, así como las perspectivas laborales que tiene esta profesión.
El perfil ideal para trabajar en bioinformática es multifacético, con formación en biología, y competencias avanzadas en informática y programación.
Si ahondamos en él, estas son sus principales características:
Para destacar en bioinformática, es necesario estar especializado en biología y, en concreto, conocer en profundidad alguna de las áreas vinculadas con los distintos tipos de bioinformática:
Estos campos proporcionan el contexto biológico necesario para interpretar y dar sentido a los datos generados por las tecnologías de alta productividad en biología, entre ellas, la bioinformática.
Las habilidades informáticas ayudan al profesional a procesar, analizar e interpretar los datos generados en la investigación biológica moderna.
Se demandan, especialmente, las siguientes habilidades y conocimientos:
Sin estas herramientas computacionales, el trabajo diario del bioinformático sería tarea imposible, por lo que es necesario dominarlas adecuadamente.
La bioinformática es un campo muy colaborativo que requiere interacción constante entre profesionales de diversas áreas.
Por ello, la habilidad «blanda» (soft skill) personal más importante es la del trabajo en equipo, sobre todo en proyectos multidisciplinarios que involucran a biólogos, informáticos y médicos.
Aquí también será necesario poder comunicar ideas complejas, tanto de forma oral como escrita.
La capacidad de gestionar proyectos y asumir una posición de liderazgo también suelen ser imprescindibles cuando el bioinformático tiene que coordinar investigaciones a gran escala y cumplir plazos, algo para lo que también se requiere cierta adaptabilidad.
Y, por supuesto, el bioinformático debería poseer una curiosidad científica innata, pues es lo que impulsa la investigación y el descubrimiento de nuevos conocimientos en biología.
Por último, el profesional implicado en este campo debe aplicar la máxima ética y responsabilidad al manejar datos sensibles de pacientes y en la toma de decisiones que pueden afectar la salud humana
Las perspectivas laborales de los trabajadores bioinformáticos son excelentes debido a la alta demanda de estos perfiles para dar respuesta a las necesidades de la sociedad en materia de salud.
Aun así, existen algunas profesiones, roles y especializaciones con una demanda y rango salario mayores:
La bioinformática ofrece oportunidades profesionales muy diversas, todas ellas con gran demanda en la actualidad:
Los sectores donde más se solicitan bioinformáticos son los de la industria farmacéutica, centros de investigación biomédica, hospitales y clínicas especializadas, empresas de biotecnología, universidades, y compañías de tecnología enfocadas en salud y ciencias de la vida.
El rango salarial promedio del sector de la bioinformática en España varía entre el sector público y el privado.
En el sector público, los salarios para bioinformáticos tienden a ser más bajos, situándose alrededor de los 30.000 € anuales.
Por otro lado, en el sector privado, los sueldos son bastante más altos, con una media aproximada de 50.000 € anuales.
La remuneración también cambia según los años de experiencia y/o el nivel de responsabilidad:
Estos rangos varían según la ubicación geográfica, el tamaño de la empresa y el área de especialización dentro de la bioinformática, siendo la investigación farmacéutica o la biotecnología las que reciben salarios más altos.
El campo de la bioinformática ofrece muchas oportunidades de crecimiento profesional y, en general, se puede avanzar desde posiciones de entrada hasta roles de liderazgo en proyectos de investigación o desarrollo de software.
Una forma de conseguirlo es especializarse en áreas que tengan una demanda continua en el sector, como:
De manera similar, cuánto más emergente sea la tecnología de especialización, más posibilidades de desarrollo profesional tiene.
En buena medida, esto está sucediendo con la Inteligencia Artificial aplicada a la sanidad y a la biología, pero también en campos como la epigenética o la metagenómica.
Además, la capacidad de liderar grupos interdisciplinarios y gestionar proyectos abre puertas para poder liderar equipos de investigación o dirigir departamentos de bioinformática en instituciones académicas o empresas biotecnológicas.
Como decíamos, para trabajar en bioinformática se requiere formación en ciencias biológicas, combinada con conocimientos avanzados en informática.
La titulación que suele necesitarse es la siguiente:
Además de la educación formal, estar actualizado con las últimas tecnologías y metodologías suma puntos de cara a optar a cualquier rol, ya sea mediante cursos, talleres especializados o asistiendo a conferencias científicas.
En definitiva, ahora que ya sabes cómo trabajar en bioinformática, seguro que podrás orientar mejor tu carrera, completar tu formación y empezar a moverte con mayores garantías en el entorno profesional.
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