¿Qué es la fisioterapia reumatológica?

Los reumatismos son una de las enfermedades que mejor responden a la terapia fisioterapéutica. De hecho, cuentan con una disciplina propia, la fisioterapia reumatológica, que vamos a explorar a fondo en este artículo.

Veremos qué es, cuáles son sus beneficios en enfermedades reumáticas, y qué técnicas utiliza para conseguirlos.

¿Qué es la fisioterapia reumatológica?

La fisioterapia reumatológica es una especialidad dentro de la fisioterapia que trata las enfermedades reumáticas, como la artrosis y la artritis reumatoide.

Como sabes, son patologías que afectan a los músculos, huesos, tendones, articulaciones y fascias, provocando inflamación y dolor, que puede ser de diversa índole:

• Articulares: puede ser de tipo inflamatorio, con sensación de calor e hinchazón, o de tipo mecánico, relacionado con el movimiento.
• Músculo-esqueléticas: en este caso es generalizado y constante, afectando a músculos, tendones y ligamentos.
• Neuropáticas: se percibe como un hormigueo, entumecimiento o debilidad en diferentes partes. Se da cuando la inflamación comprime los nervios.

La fisioterapia reumatológica también se encarga de mitigar, mediante distintas terapias y técnicas, un dolor que en no pocos casos es crónico.

¿Qué enfermedades reumáticas trata este tipo de fisioterapia?

Algunas de las principales enfermedades reumáticas que trata la fisioterapia reumatológica son:

Artritis reumatoide

Es una enfermedad autoinmune que causa dolor articular crónico, inflamatorio y simétrico en manos, muñecas, codos, rodillas y pies.

El abordaje se centra en la realización de ejercicios de estiramiento para potenciar la movilidad.

Artrosis

Se trata de una patología degenerativa que desgasta el cartílago articular y provoca dolor mecánico, que además empeora con la actividad física.

El tratamiento se centrará en fortalecer los músculos circundantes a las zonas afectadas y en tratar de retrasar la progresión de la enfermedad.

Fibromialgia

La fibromialgia es un trastorno crónico que causa molestias músculo-esqueléticas, fatiga y sensibilidad, con dolor en puntos específicos del cuerpo.

El tratamiento fisioterapéutico incidirá en su alivio con terapia manual suave y ejercicios de bajo impacto.

Osteoporosis

Se trata de una enfermedad reumática caracterizada por una disminución de la densidad mineral ósea y dolor crónico en los huesos, que se vuelven frágiles y propensos a las fracturas.

En este caso, la fisioterapia reumatológica entrenará el equilibrio del paciente para prevenir caídas, y fortalecerá los músculos para proteger los huesos.

Espondiloartritis

Las espondiloartritis son un grupo de enfermedades reumáticas que afectan a las articulaciones sacroilíacas (espondilitis anquilosante, la artritis reactiva, artritis psoriásica…).

En todas ellas, el paciente presenta dolor lumbar crónico y falta de movilidad con rigidez al inicio del día.

El tratamiento de fisioterapia buscará mejorar la flexibilidad de la columna para aumentar el rango de movimiento.

Otras patologías menos frecuentes, pero también tratadas por la fisioterapia reumatológica, son la gota, el Síndrome de Sjögren, el lupus eritematoso sistémico, la esclerodermia, la polimialgia reumática y las miopatías inflamatorias idiopáticas.

Beneficios de la fisioterapia para las patologías reumáticas

Los beneficios de la fisioterapia en las enfermedades reumáticas son múltiples:

• Reducción del dolor y alivio de la inflamación.
• Fortalecimiento de los músculos que rodean las articulaciones.
• Aumento de la flexibilidad y mejora de la movilidad articular.
• Prevención de deformidades, caídas y fracturas.
• Mejora de la postura y fomento de la actividad física y de hábitos saludables.
• Mayor autonomía e independencia del paciente en su día a día.
• Aumento del bienestar emocional y de la calidad de vida en general.

Por lo tanto, además de revertir la sintomatología, se busca que la enfermedad no limite al paciente y que pueda convivir con ella.

¿Qué técnicas emplea la fisioterapia reumatológica?

Las enfermedades reumatológicas pueden presentar síntomas similares, pero ningún paciente las vive de la misma forma.

Por eso, los fisioterapeutas especializados crean un tratamiento personalizado combinando diversas técnicas:

• Terapia manual suave: a base de masajes, movilizaciones articulares y estiramientos para aliviar el dolor, mejorar la movilidad y reducir la rigidez en las articulaciones afectadas.
• Electroterapia: corrientes eléctricas como ultrasonidos, magnetoterapia, corrientes interferenciales, infrarrojos y láser que mejoran la circulación sanguínea en las áreas afectadas y reducen la hinchazón.
• Ondas de choque: ondas acústicas de alta energía para estimular la regeneración de tejidos y mejorar la función articular en enfermedades reumáticas como la tendinitis y la bursitis.
• Diatermia: ondas electromagnéticas de alta frecuencia que penetran en los tejidos blandos del cuerpo y generan un efecto térmico que ayuda a relajar la zona. Es muy efectiva para tratar la rigidez.
• Acupuntura: se insertan agujas delgadas en puntos específicos del cuerpo para estimularlos y enviar señales al sistema nervioso central que consiguen modular el dolor.
• Ejercicios de movilidad: programas de ejercicios personalizados diseñados para estirar y fortalecer los músculos. El objetivo es mejorar la flexibilidad y promover la estabilidad articular.

Por lo general, cuando el paciente se encuentra en una fase aguda, el objetivo es disminuir estos síntomas con una combinación de terapia manual suave, electroterapia y acupuntura.

En las etapas más estables, en cambio, el enfoque se centrará en el mantenimiento y la prevención mediante ejercicios terapéuticos adaptados y terapia manual.

¿Cuándo recurrir a la fisioterapia reumatológica? Síntomas de alarma

Recurrir a la fisioterapia reumatológica por un reumatismo no es cuestión de edad:

“De hecho, la artritis idiopática juvenil afecta a 1 de cada 1.000 niños, el lupus suele afectar a chicas jóvenes, la espondilitis anquilosante normalmente debuta entre los 20 y 40 años de edad y la artritis reumatoide se da principalmente en mujeres de 40-60 años”, como señalan algunos especialistas.

Una vez sabido esto, hay algunos síntomas que alertan de este tipo de enfermedades:

• Dolor articular que persiste más de 4-6 semanas.
• Enrojecimiento, calor e inflamación en las articulaciones.
• Rigidez y falta de flexibilidad, sobre todo al levantarse por la mañana.
• Limitación de movimientos y dificultad para realizar actividades cotidianas.
• Aumento progresivo de la intensidad de los síntomas o dolor generalizado por todo el cuerpo.

Es muy importante tener en cuenta que, si existen antecedentes familiares de enfermedades reumáticas, no se deben pasar por alto y hay que acudir al médico cuanto antes.

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