Artículo redactado por el equipo de CEMP
Validado por equipo docente
El dolor neuropático por ansiedad es una aflicción que puede derivar en dolor crónico y síntomas que no se limitan al plano psicológico.
En este artículo profundizaremos en los síntomas que causa esta enfermedad y en sus posibles tratamientos.
Pero, antes de nada y dado que es una de las neuropatías más desconocidas, la definiremos y analizaremos su mecanismo de actuación en el cuerpo.
La neuropatía o dolor neuropático por ansiedad es una condición en la que altos niveles de ansiedad y estrés prolongados afectan al sistema nervioso periférico.
En ella, el estado constante de alerta provocado por la ansiedad crónica lleva al cuerpo a liberar hormonas del estrés de manera continua.
Esta sobrecarga puede generar inflamación y, en los casos más graves, dañar los nervios periféricos. Es en ese momento en el que aparece el dolor neuropático por ansiedad.
Al contrario de lo que se cree, y aunque se origine por factores psicológicos, los síntomas son físicos y pueden ser tan intensos como los de otras formas de neuropatía.
El dolor neuropático por ansiedad puede manifestarse de diversas formas, afectando tanto al bienestar físico como mental de quienes lo padecen.
Los síntomas pueden variar en intensidad y frecuencia, y empeoran durante periodos de mayor estrés o ansiedad.
Estos son los más comunes:
Los síntomas físicos del dolor neuropático por ansiedad son manifestaciones tangibles que afectan directamente al cuerpo.
Son los primeros en percibirse por quienes sufren esta condición y se manifiestan de distintas formas:
En estos casos, es muy común que aparezca cierta hipervigilancia de las sensaciones corporales que puede amplificar la percepción del dolor.
Los síntomas psicológicos del dolor neuropático por ansiedad están estrechamente relacionados con el impacto emocional de vivir con dolor crónico.
En muchos pacientes, estos síntomas pueden exacerbar la condición física y crear un ciclo de retroalimentación negativa.
Los más frecuentes son:
Sin un adecbuado apoyo psicológico, estos síntomas contribuyen a una disminución en la adherencia al tratamiento y un deterioro de la calidad de vida.
Además de los síntomas físicos y psicológicos directos, el dolor neuropático por ansiedad puede desencadenar una serie de síntomas secundarios que afectan el funcionamiento general del cuerpo:
Estos síntomas tienen un alto componente psicosomático y llevan a algunos pacientes a experimentar una amplificación de sus sensaciones corporales.
El tratamiento del dolor neuropático o neuropatía por ansiedad requiere un enfoque multidisciplinario que aborde tanto los aspectos físicos como los psicológicos de la condición.
Por ello, suelen combinarse diversos tipos de terapias:
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es el enfoque que ha demostrado ser más efectivo para tratar la neuropatía por ansiedad.
Esta terapia ayuda a los pacientes a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos, desarrollar estrategias de afrontamiento y reducir la ansiedad.
Además, la terapia de aceptación y compromiso (ACT) ayuda a los pacientes a aceptar el dolor y a enfocarse en poner en práctica sus valores personales.
Practicar técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda y el yoga puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la percepción del dolor.
El mindfulness, en particular, es especialmente útil para manejar el dolor crónico, debido a que ayuda a los pacientes a aceptar y observar el dolor sin emitir juicios.
Además, mejora el estado de ánimo y enseña a disfrutar del presente, de modo que el paciente deja de percibir el dolor con una intensidad exacerbada.
En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos para aliviar los síntomas.
Los más utilizados son los antidepresivos y los anticonvulsivos, con el objetivo de reducir la intensidad del dolor y mejorar los síntomas de depresión y ansiedad asociados.
El ejercicio regular adaptado a las capacidades del paciente contribuye a mejorar la circulación, reducir el dolor y disminuir la ansiedad.
En especial, la fisioterapia reumatológica mejora la debilidad muscular y los problemas de coordinación.
Adoptar un estilo de vida saludable también puede tener un gran impacto en el manejo de la neuropatía por ansiedad.
Se recomienda:
El objetivo es que los pacientes establezcan unos hábitos que les hagan desviar la atención de su condición y que, a la vez, aumenten su autoestima.
Participar en grupos de apoyo facilita el compartir experiencias con personas que también las están viviendo y pueden comprenderlas.
Esto puede reducir los sentimientos de aislamiento y proporcionar estrategias de afrontamiento útiles.
El objetivo de todos estos posibles tratamientos es que el paciente pueda mantener su bienestar emocional a la par que el dolor disminuye o se controla.
Este tratamiento tan holístico del dolor requiere de profesionales sanitarios especializados en su abordaje.
En este sentido, el Máster en manejo y tratamiento del dolor de CEMP puede ser una magnífica opción, que combina tanto la formación teórica online con las prácticas en empresas.
En definitiva, el dolor neuropático por ansiedad requiere un tratamiento integral que también haga hincapié en el soporte emocional y psicológico.
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